Ahorran más energía

El ahorro energético debe producirse a corto, medio y largo plazo. Tener un ahorro alto a corto plazo para verlo reducido con el paso de los años, no debería ser lo adecuado. Cuando elegimos una ventana debemos sopesar la resistencia y la duración del producto.

Son más ecológicas

Decimos que el aluminio es un material ecológico por ser 100% reciclable en su totalidad e infinitas veces. O lo que es lo mismo, es SOSTENIBLE*. Aparte, sus prestaciones NO variaran. El material no se altera y una vez adquirida una nueva forma, volvemos a tener una pieza lista para durar los años que hagan falta.

Ofrecen la mejor relación calidad precio

Como ya hemos comentado, el aluminio es un material perdurable en el tiempo, que no pierde ninguna de sus prestaciones de resistencia y dureza. No pasa lo mismo con el plástico (PVC) que con el paso del tiempo puede sufrir transformaciones (dilataciones, deformaciones, etc.)

Tienen una vida útil más duradera

Setenta años después de su instalación, las ventanas del Empire State Building de Nueva York se revisaron para adaptar los vidrios antiguos a las modernas tecnologías en control solar y ajustar sus herrajes para su funcionamiento óptimo.

Aportan un aislamiento perfecto

Las ventanas de aluminio consiguen un aislamiento acústico prácticamente igual a otras ventanas de otros materiales pero con ventajas: el aluminio no alterará sus prestaciones a lo largo de los años, no se deformará ni se alterará y no requerirá de mantenimiento.

Más colores, texturas y acabados

Dentro de los más prestigiosos estudios de arquitectura, el aluminio es el elegido. ¿Por qué? Por ser un material que permite por un lado infinidad de colores y acabados y por el otro múltiples soluciones arquitectónicas.